Los vikingos hicieron su primera invasión de Irlanda en el 795dC.

Y en el 837 dC 60 barcos de guerra vikingos se presentaron en la desembocadura del Río Liffey.

Cinco años después Dublín fue tomada por la fuerza, pero los vikingos fueron atacados por los irlandeses locales y huyeron. Volvieron 17 años más tarde, bajo el mando de Olaf el Blanco, y establecieron un asentamiento permanente en Dyflinn (lo que más tarde sería Dublín).

El palacio del Rey se erigió donde actualmente se encuentra el Castillo de Dublin y todavía se pueden ver parte de las defensas de la ciudad en los sótanos del Castillo.

La segunda mitad del siglo XIX fue un periodo trágico de la historia de Irlanda.

lrlanda fue azotada por la Gran Hambruna causada por una plaga de la patata que destruyó la cosecha durante cuatro años consecutivos, 1845-49.

Más de un millón de personas murieron de hambre, y muchos más fueron víctimas de enfermedades como el tifus.

Más de dos millones de personas emigraron a Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia, y de 1848-1950 más de seis millones de irlandeses salieron de la isla.

Ahora se cree que la diáspora irlandesa contiene más de 80 millones de personas repartidas por todo el globo.

Para aprender más sobre la hambruna visite El Museo de la Hambruna en Strokestown Estate ( Roscommon), El Centro Patrimonio Cobh y El Centro de Conmemoración de la Hambruna en Skibbereen ( Cork).

El fenómeno se ha invertido, y en Irlanda ahora hay más inmigración que emigración.

Gracias en gran parte a la explosión económica del llamado Tigre Celta en la década de los 90, la Irlanda del siglo XXI es un país vibrante, de gran cultura y diversidad étnica, con perspectivas rejuvenecidas y optimistas, ¡ya que más de la mitad de la población del país tiene menos de 30 años!.

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