La Iglesia tiene mucho que callar y mucho de lo que arrepentirse, por ello el Papa Benedicto XVI ha pedido perdón por lo sucedido en Irlanda con los curas, que abusaron de manera libre y asquerosa de los niños. Estas situaciones no nos sorprendieron en su día, porque es algo que te puedes esperar de personas que tienen como norma el celibato y que algunas no cumplen. Lo grave de todo es que lo rompen con los pequeños y ciertamente causa repugnancia hacia la iglesia y es por ello que muchas personas abren los ojos.

La Iglesia está perdiendo fieles que la mantengan y que den dinero para sus causas, porque pocas personas se creen los bulos que cuenta y luego, cuando suceden este tipo de casos, casi que culpan a los niños de lo que hicieron. Es una vergüenza lo que sucede en buena parte de la Iglesia, que se solapan unos a otros y que cuando uno de sus miembros hace algo mal y se quiere denunciar, se le tapa la boca.

Ahora es cuando salen a la luz los casos de los abusos de los curas irlandeses, pero por mucho que pidan disculpas, no hay perdón para lo que hicieron y lo que deberían es pudrirse en la cárcel y por supuesto irán al infierno, como buenos pecadores. La Iglesia ya no es lo que era y dentro de algunos años dejará de ser lo que es hoy y poco a poco decaerá, porque no puede seguir recaudando dinero para siempre y en algunos casos, abusando de los menores que tienen cerca.